Los bebés que tienen hermanos mayores tienen tendencia a dar este gran paso antes de los dos años, por el simple hecho de imitar a su hermano mayor y hacer lo mismo que él. Ven aumentada su confianza al dar este gran paso que los hace más independientes.
En cambio, hay otros niños que aunque les guste dormir en una cama grande como la de sus padres y acepte de buen grado dormir solo en su cama, no consiguen conciliar el sueño. Es una reacción habitual, ya que en la cuna fue donde adquirió los hábitos de sueño, y allí siente seguridad y protección. En estos casos la mejor solución es animar al pequeño a que participe en la preparación de su nueva cama, y por ejemplo, puede elegir las sábanas, decorarla con pegatinas o incluso participar en el desmontaje de su vieja cuna.
Cada niño es un mundo y no todos son capaces de adaptarse a los cambios al mismo tiempo. Si al pequeño le cuesta habituarse a su nueva cama, la mejor opción es mantener la cuna en la habitación para que pueda dormir en ella por la noche, y el resto del día jugar o dormir la siesta en la cama, hasta familiarizarse con la nueva situación. En el caso de que tuviera por costumbre dormir junto con un peluche o una manta no es aconsejable retirárselos, al contrario, permítele que se los lleve a la cama.
En el mercado actual existen miles decolchones y camas aptos para el descanso infantil, pero la cama idónea es aquella que se adapta al desarrollo del pequeño, al espacio de su habitación, y además que sea funcional.
En cualquier caso, a la hora de elegir cama para los niños, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones para su seguridad:
– Evitar que la cama tenga esquinas que puedan dañar al niño si se golpea con ellas.
– Colocar una barandilla en los laterales de la cama hasta que el niño se acostumbre al espacio, para evitar caídas.
– Si la cama tiene cabecera, que sea sencilla. Evitar los barrotes muy espaciados en los que pudiera quedarse atrapado el niño.
– Comprobar que el colchón y la cama ajustan perfectamente para evitar huecos donde el pequeño pudiera meter una mano o un pie.
– Evitar las camas demasiado altas.
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